lunes, 27 de agosto de 2012

PAMPA DEL INFIERNO RECIBIÓ AL NUEVO PÁRROCO


Un acontecimiento de singular importancia para la parroquia, que recibe al que ha de ser pastor propio bajo la autoridad del Obispo. Ha de ejercer la cura pastoral en la porción de la diócesis que es la Parroquia como colaborador del Obispo, de cuyo ministerio participa, para cumplir las funciones de enseñar, santificar y regir, con la colaboración  de otros presbíteros y diácono  y con la ayuda de los fieles laicos.
El sacerdote Juan D. Barrios a la derecha del Obispo. 
El domingo 26 de agosto, en la celebración Eucarística de la hora 20, la Parroquia Inmaculada Concepción María recibió al Párroco Juan Domingo Barrios; quien desde ahora conducirá a los feligreses de Pampa del Infierno, Concepción del Bermejo, Los Frentones y Río Muerto. En un marco imponente de asistentes, que con gran expectativa se acercaron para darle la bienvenida, fue el  Obispo de la Diócesis de San Roque Monseñor Hugo Nicolás Barbaro,  quien presidió la celebración escoltado por Sacerdotes y presbíteros. Acompañaron al Padre Juan,  familiares, amigos  y vecinos de Coronel Du Graty, siendo su anterior territorio de servicio, de Tres Isletas de donde es oriundo, y de localidades vecinas como Concepción del Bermejo, Los Frentones, y Rio Muerto. Después de la celebración eucarística, se  trasladaron al Salón Parroquial “Mario Nardone”, para compartir una cena de Bienvenida. En esa oportunidad Monseñor Hugo Nicolás, manifestó su alegría por acompañar al Padre Juan, quien viene con muchas expectativas de impulsar la vida de la PARROQUIA, transmitir el mensaje de salvación de  Cristo, dar a conocer y accionar según  los sacramentos , es tarea del Párroco, de las religiosas y fieles que colaboran con el  párroco.  El Padre Juan Domingo Barrios,  destacó la trayectoria de la comunidad de Pampa del Infierno, y comunidades que pertenecen a la Parroquia: Concepción del Bermejo, Los Frentones y Rio Muerto; considera que es necesario valorar, subirse al tren, acompañar aportar lo propio a lo que se viene construyendo desde hace muchos años, aquí está un servidor de la iglesia, junto al Padre Manuel estará en todo momento que precise la comunidad. “Un sacerdote para todos, invito a los vecinos a acercarse, a proponer; acepto las críticas constructivas para el bien de todos”, declaró en su mensaje radial para FM STAY.

sábado, 11 de agosto de 2012

12 de agosto: DÍA DEL NIÑO


Carta de un hijo a los padres 
Martín

No me des todo lo que pido.
A veces sólo pido para ver hasta dónde puedo llegar.

No me grites.
Te respeto menos cuando lo haces, y me enseñas a gritar a mí también y yo no quiero hacerlo.

No me des siempre órdenes.
Si en vez de órdenes a veces me pidieras cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.

Cumple las promesas buenas o malas.
Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo.

No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o mi hermana. Si tu me haces sentir mejor que los demás alguien va a sufrir y si me hacer sentir peor que los demás, seré yo quien sufra.

No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer.
Decide y mantén esa decisión.

Déjame valerme por mí mismo.
Si tu haces todo por mí yo nunca podré aprender.

No digas mentiras delante de mí ni me pidas que lo haga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro. Me haces sentirme mal y perder la fe en lo que me dices.

Cuando yo hago algo malo no me exijas que te diga por qué lo hice.
A veces ni yo mismo lo sé.

Cuando estás equivocado en algo, admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti, y así me enseñaras a admitir mis equivocaciones también.

Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con la que tratas a tus amigos.
Porque seamos familia no quiere decir que no podamos ser amigos también.

No me digas que haga una cosa cuando tu no la haces.
Yo aprenderé lo que tu hagas aunque no lo digas. Pero nunca haré lo que tu digas y no hagas.

Cuando te cuente un problema mío no me digas: "no tengo tiempo para bobadas" o "eso no tiene importancia". Trata de comprenderme y ayudarme.

Y quiéreme, y dímelo.
A mí me gusta oírtelo decir aunque no creas necesario decírmelo.